
ESTADOS UNIDOS REFUERZA SU PRESENCIA MILITAR EN EL CARIBE Y CRECEN LAS TENSIONES CON VENEZUELA
El destructor USS Gravely realiza maniobras frente a Trinidad y Tobago en medio de acusaciones cruzadas entre Washington y Caracas.
La llegada del buque de guerra estadounidense USS Gravely al puerto de Trinidad y Tobago reavivó las tensiones en el Caribe y encendió las alarmas en el gobierno de Nicolás Maduro. El destructor lanzamisiles, equipado con tecnología de combate de última generación, permanecerá en aguas trinitenses hasta el 30 de octubre para desarrollar ejercicios conjuntos con el ejército local, según informó el gobierno del país caribeño.
El despliegue forma parte de una intensificación de la presencia militar de Estados Unidos en la región, que desde agosto incluye operaciones navales y ataques aéreos contra embarcaciones de presuntos narcotraficantes. Mientras Washington sostiene que las maniobras buscan combatir el tráfico de drogas, Caracas denuncia que se trata de una provocación y una amenaza directa a su soberanía. Maduro acusó a la Casa Blanca de utilizar el tema del narcotráfico como “pretexto para imponer un cambio de régimen y quedarse con las reservas petroleras de Venezuela”.
En Puerto España, capital trinitense, la presencia del buque dividió opiniones. Algunos ciudadanos la interpretaron como un gesto de cooperación militar, mientras que otros expresaron temor ante una posible escalada bélica. “Si ocurre algo entre Venezuela y Estados Unidos, podríamos terminar recibiendo los golpes”, advirtió un vecino local.
La primera ministra Kamla Persad-Bissessar se mantiene alineada con la política de Washington y endureció su discurso contra la inmigración venezolana, lo que generó duras críticas desde Caracas. “Si traen buques de guerra, están insinuando que quieren guerra”, manifestó una residente bajo anonimato.
Según la AFP, los recientes bombardeos estadounidenses en el Caribe y el Pacífico dejaron al menos 43 muertos en ataques a embarcaciones de presuntos narcotraficantes, generando denuncias por violaciones al derecho internacional. Expertos advirtieron que las operaciones se realizan sin detenciones previas ni verificación judicial.
En paralelo, Estados Unidos confirmó que enviará próximamente al Caribe el portaaviones Gerald R. Ford, el más grande del mundo, en una clara señal de incremento de su poder naval. Desde Caracas, Maduro acusó a Washington de “inventar una nueva guerra”.
Mientras tanto, en Trinidad y Tobago y las islas vecinas crece la preocupación. “No necesitamos más bombardeos, solo queremos paz”, expresó una residente, reflejando el sentimiento generalizado de una región que vuelve a sentirse bajo presión militar.