
CASO CECILIA STRZYZOWSKI: COMENZARON LOS ALEGATOS DE DEFENSA EN EL JUICIO CONTRA EL CLAN SENA
Los abogados de Emerenciano, Marcela y César Sena negaron la existencia de un plan criminal y cuestionaron la investigación fiscal. La madre del principal acusado se emocionó durante la audiencia.
En Resistencia (Chaco), se desarrollaron los alegatos de apertura del juicio por el femicidio de Cecilia Strzyzowski, con la exposición de las defensas de Emerenciano Sena, Marcela Acuña y César Sena. Los tres abogados coincidieron en cuestionar la investigación del Ministerio Público Fiscal y en negar la existencia del supuesto plan común que, según la acusación, habría derivado en el crimen de la joven desaparecida el 2 de junio de 2023.
El primero en hablar fue Ricardo Osuna, defensor de Emerenciano Sena, quien aseguró que su cliente “no tuvo ninguna participación” en el hecho. “No hay una sola prueba que lo vincule con el crimen. No hay mensajes, ni videos, ni llamadas. Lo único que hay son suposiciones”, afirmó el letrado, que pidió al jurado resolver “con justicia y sin prejuicios”.
Luego tomó la palabra Celeste Ojeda, abogada de Marcela Acuña, quien reconoció que su defendida “tomó decisiones erróneas y desesperadas”, pero negó que haya participado en un plan criminal. Según su relato, Acuña descubrió el cuerpo envuelto en una frazada en su casa y actuó movida por el miedo y la intención de proteger a su hijo. “No hubo plan previo. Solo desesperación”, señaló la abogada. Durante este tramo, Marcela Acuña se quebró en llanto.
Por último, la defensora de César Sena, Gabriela Tomljenovic, cuestionó la teoría del Ministerio Público Fiscal al sostener que “el rompecabezas no encaja”. Argumentó que no existen pruebas directas que acrediten la muerte de Cecilia ni evidencia científica concluyente. “No hay cuerpo, no hay autopsia ni certificado de defunción. Las suposiciones no bastan para condenar”, expresó.
Las tres defensas coincidieron en remarcar la falta de pruebas materiales y en rechazar la hipótesis de un “plan común” entre los acusados. En sus estrategias, apelaron al principio de inocencia y buscaron conectar emocionalmente con el jurado popular que deberá definir el veredicto en una de las causas judiciales más resonantes del país.