
COREA DEL NORTE LANZÓ UN MISIL EN LA PREVIA DE LA CUMBRE TRUMP–KIM JONG-UN Y TENSÓ EL ESCENARIO REGIONAL
El régimen de Pyongyang realizó una nueva prueba balística en medio de las expectativas por la Conferencia Económica Asia-Pacífico en Corea del Sur. El gesto reaviva las tensiones y pone en duda los intentos de diálogo sobre desnuclearización.
A pocos días de la Conferencia Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará en Corea del Sur con la participación de Donald Trump, Xi Jinping y otros líderes mundiales, Corea del Norte volvió a desafiar las advertencias internacionales con el lanzamiento de un misil balístico hacia el mar del Este (Mar de Japón). El Estado Mayor Conjunto surcoreano confirmó el disparo, aunque evitó precisar detalles sobre la distancia recorrida o el tipo de proyectil utilizado. Según medios locales, el misil cayó dentro de aguas jurisdiccionales de Corea del Sur, generando preocupación en Seúl y en la comunidad internacional.
El momento del lanzamiento no parece casual: ocurrió en la antesala de una posible reunión entre el líder norcoreano Kim Jong-un y el expresidente estadounidense Donald Trump, prevista en el marco de la cumbre de Gyeongju. Pese a que Trump expresó su deseo de “reanudar el diálogo” con Pyongyang, el régimen advirtió que no abandonará su programa nuclear “bajo ninguna circunstancia”.
La prueba balística se produce tras una serie de gestos de poder con los que Kim Jong-un busca consolidar su imagen interna y proyectar fortaleza hacia el exterior. A comienzos de octubre, el mandatario encabezó un desfile militar en Pyongyang por el 80° aniversario del Partido de los Trabajadores, donde presentó un nuevo misil de largo alcance ante representantes de China, Rusia y otros aliados. En esa ocasión, Kim reafirmó que el estatus nuclear de su país es “irreversible” y advirtió que “nunca habrá desnuclearización para nosotros”.
Entre 2018 y 2019, Kim y Trump mantuvieron tres encuentros históricos en los que se intentó avanzar hacia la desnuclearización de la península a cambio de un alivio de las sanciones económicas impuestas a Corea del Norte. Sin embargo, las conversaciones se estancaron y desde entonces la relación se caracteriza por una combinación de tensiones diplomáticas y gestos de acercamiento intermitentes.
El lanzamiento de este nuevo misil, en vísperas de una cumbre clave para la región, refuerza el clima de inestabilidad en el noreste asiático. Las relaciones entre las dos Coreas atraviesan uno de sus momentos más delicados, mientras Pyongyang continúa acusando a Seúl y Washington de “provocaciones militares” por las maniobras conjuntas realizadas recientemente. El episodio se interpreta como un recordatorio del poder de fuego del régimen y un desafío a los esfuerzos diplomáticos por retomar el diálogo en la península coreana.