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DESCUBREN UN CAMPO DE PETROGLIFOS EN SANTA ROSA Y REVELAN NUEVOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS EN TINOGASTA

Investigadores de la Universidad Nacional de Catamarca y el CONICET identificaron grabados rupestres inéditos en el oeste provincial y aplicaron tecnología con drones para registrar antiguos asentamientos.

DESCUBREN UN CAMPO DE PETROGLIFOS EN SANTA ROSA Y REVELAN NUEVOS SITIOS ARQUEOLÓGICOS EN TINOGASTA

Investigadores de la Universidad Nacional de Catamarca y el CONICET identificaron grabados rupestres inéditos en el oeste provincial y aplicaron tecnología con drones para registrar antiguos asentamientos.

Un equipo interdisciplinario de la Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca y del Instituto Regional de Estudios Socioculturales (IRES–CONICET) descubrió un nuevo campo de petroglifos en la localidad de Santa Rosa, departamento Tinogasta. El hallazgo, realizado en una zona de piedemonte, amplía considerablemente el registro rupestre del oeste catamarqueño y aporta valiosa información sobre las manifestaciones simbólicas de las antiguas comunidades agroalfareras que habitaron el valle de Abaucán.

Los grabados, realizados sobre bloques y afloramientos de roca sedimentaria, exhiben una gran diversidad de motivos geométricos y figurativos, entre ellos círculos concéntricos, líneas onduladas, cruces, figuras humanas y animales estilizadas. Los investigadores estiman que el conjunto podría pertenecer al Período Medio (600–900 d.C.) y constituir parte de un sistema ritual vinculado con expresiones simbólicas del paisaje sagrado andino. Se prevé realizar análisis complementarios para determinar con mayor precisión su cronología y contexto cultural.

El registro se llevó a cabo mediante técnicas de fotografía digital, modelado 3D y levantamiento topográfico, con el objetivo de integrar el sitio a un inventario regional de arte rupestre que incluye otros espacios relevantes como San José, Río Colorado y Costa de Reyes. “Este hallazgo no sólo amplía el mapa del arte rupestre tinogasteño, sino que invita a repensar las redes de comunicación simbólica entre las comunidades del valle y la sierra”, explicó el doctor Guillermo A. De La Fuente, director del equipo de investigación.

En paralelo, los arqueólogos realizaron un relevamiento aéreo con drones en la localidad de San José, también en Tinogasta, donde identificaron estructuras domésticas, terrazas agrícolas y posibles recintos ceremoniales de más de mil años de antigüedad. Las imágenes obtenidas permiten reconstruir la organización espacial de las comunidades prehispánicas y comprender cómo adaptaban su vida cotidiana a un entorno desafiante.

Las tareas de prospección y documentación forman parte de un proyecto más amplio orientado a la preservación del patrimonio arqueológico del oeste catamarqueño. En articulación con el municipio y las comunidades locales, el equipo busca fortalecer la protección y difusión de estos sitios como parte de la memoria cultural de la región. “Cada piedra grabada y cada muro antiguo son testimonio de la creatividad y la persistencia humana. Comprenderlos es también reconocernos en nuestra propia historia”, señalaron los investigadores.

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