
EL GOBIERNO AVANZA CON LA DOLARIZACIÓN DE LA ENERGÍA Y SE ESPERA UN FUERTE AUMENTO TARIFARIO TRAS LAS ELECCIONES
La reforma del mercado eléctrico impulsada por la Secretaría de Energía trasladará los costos de generación a precios dolarizados, impactando en comercios, pymes e industrias. El esquema promete estabilidad para los hogares, pero eleva la exposición económica del sistema.
El Gobierno nacional prepara una profunda modificación del mercado eléctrico argentino que, según estimaciones oficiales, generará un aumento de costos de hasta 800 millones de dólares anuales. La medida, que comenzará a aplicarse luego de las elecciones legislativas, implica dolarizar el pago a las generadoras de energía, un cambio estructural que trasladará la mayor parte del ajuste a los usuarios no residenciales, como comercios, pymes, clubes y cooperativas.
El nuevo esquema divide el sistema en dos segmentos. Por un lado, el mercado estacionalizado, en el que se mantiene la compra de energía a través de Cammesa bajo tarifas reguladas por el Estado, y por otro, el mercado desestacionalizado, destinado a grandes usuarios industriales, que podrán contratar directamente con las generadoras a precios libres y en dólares. De esta manera, el precio de la electricidad quedará determinado por la central más cara que ingrese al despacho para cubrir la demanda, eliminando el sistema de costos promedio que regía hasta ahora.
En la práctica, el cambio deja al sistema eléctrico más expuesto a las variaciones del tipo de cambio y a los vaivenes de los combustibles importados. Si bien el Gobierno sostiene que la reforma favorecerá la estabilidad del segmento residencial, el impacto en la estructura productiva será inmediato: se prevé un incremento promedio del 15% anual para las grandes empresas, con picos de hasta el 35% durante los meses de invierno.
De acuerdo con un informe interno de la Secretaría de Energía, el nuevo modelo aportará ingresos adicionales al sistema por cerca de 785 millones de dólares anuales, pero incrementará la volatilidad y el riesgo contractual del mercado. Los especialistas advierten que la dolarización de los costos energéticos en un país con fuerte inestabilidad cambiaria puede generar una nueva ola de endeudamiento del Estado, tensiones con las empresas generadoras y litigios internacionales similares a los ocurridos tras la crisis de 2001.
Entre diciembre de 2023 y octubre de 2025, las facturas de electricidad y gas ya acumularon incrementos superiores al 500% para los hogares y al 900% para comercios y pymes. En ese contexto, la dolarización del mercado energético podría profundizar el deterioro del poder adquisitivo y reabrir la discusión sobre el equilibrio entre rentabilidad empresaria y protección social en un país que todavía arrastra las consecuencias de los tarifazos previos.