
MADURO BLOQUEÓ A LA IGLESIA Y REACTIVÓ UNA APP PARA DENUNCIAR CRÍTICAS AL RÉGIMEN
El cardenal Baltazar Porras fue impedido de participar en los actos por los nuevos santos venezolanos, mientras el gobierno relanza una aplicación de vigilancia política.
En una nueva muestra de su ofensiva contra los sectores disidentes, el gobierno de Nicolás Maduro impidió que el cardenal Baltazar Porras participara de la misa por la canonización de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, ambos reconocidos recientemente como santos por el Vaticano. El prelado denunció que las fuerzas de seguridad bloquearon su traslado por aire y tierra, alegando motivos de seguridad, aunque los vuelos continuaron con normalidad.
“Me impidieron viajar a Trujillo, rodearon la zona con militares y dijeron que había riesgo de disturbios. Fue un acto arbitrario y sin fundamento”, aseguró Porras. La tensión entre el régimen y la Iglesia católica se agrava luego de que el Episcopado reclamara la liberación de 900 presos políticos y criticara la decisión oficial de adelantar la Navidad al 1° de octubre, considerada una maniobra distractora frente a la crisis económica.
En paralelo, Maduro anunció la reactivación de la aplicación “VenApp”, inicialmente creada para reportar fallas en los servicios públicos, pero que ahora permitirá denunciar a ciudadanos que critiquen al gobierno. “Queremos que el pueblo reporte todo lo que vea o escuche para que las autoridades actúen”, expresó el mandatario, presentando el sistema como una herramienta de vigilancia social.
Organismos internacionales como Amnistía Internacional advirtieron que la medida podría transformarse en una “herramienta de persecución y delación” contra opositores, generando un clima de miedo y autocensura. Desde la oposición, María Corina Machado repudió lo sucedido y alertó sobre una “nueva escalada represiva” del chavismo.
El relanzamiento de la VenApp ocurre en un contexto de fuerte tensión internacional, con el despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, frente a las costas venezolanas. Según fuentes opositoras, el régimen buscaría usar la aplicación para identificar y castigar a quienes expresen simpatía por la presencia norteamericana o cuestionen al gobierno.