
EL GOBIERNO FLEXIBILIZA LOS CONTROLES DE IMPORTACIÓN DE MEDICAMENTOS Y DESATA CONTROVERSIA
La medida elimina la obligación de que técnicos argentinos inspeccionen laboratorios extranjeros antes de autorizar las importaciones. Buscan agilizar el mercado, aunque la industria advierte sobre posibles riesgos sanitarios.
El Gobierno nacional dispuso la eliminación de un control clave en la importación de medicamentos, al suprimir la exigencia de que técnicos de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) realicen inspecciones presenciales en los laboratorios del exterior. La resolución, publicada esta semana en el Boletín Oficial, apunta a acelerar los procesos de aprobación y ampliar la oferta de fármacos en el mercado interno, con la expectativa de reducir los precios en farmacias y hospitales.
El nuevo esquema permite que la Anmat acepte certificaciones de Buenas Prácticas de Fabricación emitidas por organismos regulatorios extranjeros reconocidos, sin necesidad de verificaciones “in situ”. Las plantas de países del Mercosur serán automáticamente válidas, mientras que las radicadas en naciones que integran el Pharmaceutical Inspection Co-operation Scheme podrán presentar sus certificados vigentes. Otras plantas podrán ser aprobadas si sus autoridades sanitarias son reconocidas por la Organización Panamericana de la Salud.
La iniciativa —impulsada desde el Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger— busca recuperar un sistema similar al de los años noventa, cuando se confiaba en los controles de países con altos estándares, como los de la Unión Europea. Sin embargo, el cambio generó preocupación en el sector farmacéutico nacional, que teme un debilitamiento de los controles sanitarios y la eventual incorporación de productos de menor calidad.
Fuentes industriales advirtieron que “el riesgo de incorporar medicamentos sin verificación directa es real”, en un contexto en el que la Anmat enfrenta cuestionamientos por la reducción de sus competencias y los antecedentes del caso HLB, vinculado a fentanilo contaminado. Desde el Gobierno, en cambio, aseguran que la medida “no implica pérdida de control, sino una modernización del sistema”, y remarcan que la autoridad sanitaria podrá disponer auditorías presenciales o virtuales cuando lo considere necesario.
La decisión reabre el debate entre desregulación y control sanitario en un rubro sensible. Mientras el Ejecutivo defiende la flexibilización como un paso hacia una administración más ágil y competitiva, especialistas y referentes del sector alertan sobre la necesidad de garantizar que la apertura del mercado no se traduzca en un retroceso en la seguridad de los pacientes argentinos.