
MOROSIDAD FAMILIAR EN MÁXIMOS HISTÓRICOS: CRECEN LOS ATRASOS EN CRÉDITOS
La suba de tasas y el estancamiento salarial profundizan el endeudamiento de los hogares argentinos.
La morosidad en los créditos otorgados a las familias alcanzó en agosto el 6,6 % del total, marcando el décimo mes consecutivo de incremento y el nivel más alto desde que el Banco Central comenzó a registrar la serie en 2010. El organismo atribuyó el récord al impacto de las tasas de interés elevadas y la pérdida de poder adquisitivo de los salarios, factores que reducen la capacidad de pago de los hogares.
El informe del BCRA señaló que el índice de irregularidad de los préstamos personales y los financiados con tarjeta de crédito continúa siendo el más afectado dentro del sistema financiero. En el caso de las empresas, la morosidad se ubicó en 1,4 %, con una suba mensual de 0,2 puntos porcentuales, mientras que el promedio general —sumando familias y compañías— ascendió al 3,7 %.
Durante agosto, la tasa nominal anual de los créditos personales promedió el 74 %, por encima de la inflación esperada, y en los meses siguientes continuó en ascenso hasta superar el 80 %, con picos cercanos al 87 %. A esto se sumó un aumento en las tasas de instrumentos de corto plazo, como cauciones y repos, impulsado por la escasa liquidez y la presión cambiaria previa a las elecciones legislativas.
El contexto se agrava con la falta de recuperación de los salarios reales. Aunque los datos del SIPA reflejan leves mejoras en los ingresos de los trabajadores registrados, estos continúan por debajo de los niveles de febrero. Según el economista Federico Pastrana, las paritarias no están logrando recomponer los sueldos más bajos, mientras que los salarios altos muestran mejoras por fuera de los acuerdos colectivos, generando una brecha creciente entre sectores.